domingo, 18 de mayo de 2014

La meditación en oriente y occidente .

La meditación se practica tanto en Noruega como en la India, con o sin propósito religioso, y con una gran cantidad de diferentes técnicas. La meditación se ha realizado durante varios miles de años, y aparece en todas las grandes religiones .
En la tradición occidental, la meditación está vinculada a una relación personal con Dios. La meditación asiática, sin embargo, pone más énfasis en las técnicas.

Pero, ¿qué es la meditación? ¿Qué papel juega en las diferentes culturas? ¿Y cómo se practica en diferentes partes del mundo? Estas son algunas de las preguntas de la investigación abordadas por Halvor Eifring , profesor en el Departamento de Estudios Culturales y Lenguas Orientales .

“Hay muchas formas de meditación. Históricamente, las prácticas de meditación han sido mucho más diversas que esas con las que estamos familiarizados con la actualidad. AcemZen y la atención son sólo la punta del iceberg “, nos dice .

Tres libros sobre diferentes tradiciones de meditación
En el transcurso de tres años, el profesor Eifring ha sido editor de tres libros sobre meditación. El primero, sobre técnicas de meditación orientales asiáticas, fue publicado en China en 2012. El segundo fue acerca de la meditación en el judaísmo, el cristianismo y el Islam. El tercer libro aborda las prácticas de meditación en el hinduismo, el budismo y el taoísmo .


“La recopilación de textos sobre las diferentes tradiciones en un solo volumen nos da una perspectiva más amplia y una comprensión más integral de lo que es la meditación y cómo se practica”, dice el profesor Eifring .

Meditación occidental vs asiática

“Una división aproximada se puede hacer entre las tradiciones de meditación occidentales y las asiáticas”, explica Eifring  “Mientras que las formas occidentales de meditación se han basado tradicionalmente en el contenido, en Asia están mucho más extendidas las formas basadas en la técnicas.”

Un ejemplo típico de forma basada en el contenido de la meditación es la recitación de oraciones o las escrituras. También puede ser la visualización de episodios o incidentes concretos, como la historia de la Sagrada Escritura de la muerte de Cristo o de la propia muerte.

“Este tipo de prácticas de meditación se han utilizado en el cristianismo, el judaísmo y el Islam”, señala el profesor Eifring .

“Existen formas similares de meditación en la tradición asiática, pero éstas suelen hacer hincapié en una tradición técnica. La tradición técnica también se puede basar en la recitación o visualización . Aunque, por lo general, esta forma de meditación tiende a involucrar en la recitación sonidos sin contenido, o la visualización de cosas como figuras geométricas.”

Las formas técnicas de la meditación también pueden ser más físicas y centrarse más en las técnicas de respiración y movimientos, como en el caso del yoga. A su vez, pueden implicar formas específicas de centrar la atención, como la inclusión y aceptación de todas las impresiones.


Eifring piensa que, una de las razones de la diferencia entre la meditación asiática y occidental, es que las religiones occidentales ponen mucho más énfasis en una relación personal con Dios.

“Esta relación personal no es tan importante en la meditación asiática. El elemento religioso no sólo se refleja en la relación del individuo con Dios o los dioses, es también como parte de un todo mayor. Esto puede haber dado lugar a una mayor libertad en cuanto a cómo llevar a cabo las prácticas religiosas”, añade.

Fuertes lazos con la religión
Nadie sabe a ciencia cierta cuándo surgió por primera vez la meditación. Según las fuentes indias, la meditación ya es descrita hacia el año 600 antes de nuestra era. Tanto en Occidente como en China, la meditación se representa unos cientos de años más tarde.

“Tradicionalmente, la meditación está fuertemente vinculada a la religión. Hoy día también se practica sin un propósito religioso, aunque la palabra “meditación” no procede realmente de la cristiandad”, comenta Eifring. La meditación ha sido controvertida, sin embargo; en muchas religiones occidentales, y las técnicas de meditación se han visto especialmente menospreciadas” .

“El Papa Juan Pablo II dio claramente su visión al respecto, al afirmar que la meditación es sobre la comunicación con Dios, más que sobre las técnicas”, dijo él

Sin embargo, la meditación se halla claramente caracterizada en varias religiones occidentales .

“Hay una serie de tradiciones meditativas en el catolicismo. Lo mismo sucede con el judaísmo. Y ha sido muy importante, por ejemplo, en la Cábala”, nos dice, “la meditación también está muy extendida en el Islam, sobre todo en el sufismo. Sin embargo, no guarda ninguna posición prominente en el protestantismo”. ” Martin Luther utilizó el término “meditación”, sobre todo para describir una forma de pensamiento.”

Tradicionalmente la meditación ha tenido una posición más destacada en religiones como el budismo, el taoísmo y el hinduismo que hay en las religiones occidentales .

“En el budismo la meditación es un símbolo religioso, de hecho, Buda casi siempre es representado en una pose de meditación”, apunta el profesor Eifring.

El aumento de la meditación asiática

Prácticas de meditación occidentales han cambiado drásticamente desde la década de 1960. Se han sacado de su contexto religioso original, convirtiéndose así en técnicas con menos base de contenidos. Las prácticas de meditación de inspiración asiática centradas en las técnicas mentales son cada vez más comunes, al tiempo que se ha ido extendiendo por todo Occidente.

“El hecho de que la meditación ya no esté necesariamente vinculada a la religión ha hecho que sea posible la práctica de la meditación para muchas personas”, concluye.


viernes, 16 de mayo de 2014

Video de Eckhart Tolle: Sabiduría en la vida diaria.


Intereante video de Eckhart Tolle en el que nos transmite la Sabiduría que hay en lo cotidiano.



Eckhart Tolle (1948) Escritor y maestro espiritual contemporáneo de origen alemán y nacionalidad canadiense. Es famoso por títulos como El poder del ahora y Una nueva tierra. En 2008 un escritor del New York Times se refirió a Tolle como "el autor espiritual más popular en Estados Unidos". En 2011 la Watkins Review lo calificó como el autor de espiritualidad más conocido de USA. Reside en Vancouver con su mujer, Kim Eng.

Tolle nació como Ulrich Tolle en Alemania. Vivió con su padre en España desde los 13 años (en 1961) hasta que se trasladó a Inglaterra a los 20 años. No recibió una educación formal a partir de los 13 años, aunque sí recibió cursos de idiomas y otras materias. Acudió a la escuela nocturna para cumplir los requisitos de admisión para entrar en las universidades inglesas. Estudió en las Universidades de Londres y Cambridge. A los 29 años, Tolle experimentó lo que él considera una transformación espiritual que marcó el principio de su labor como consejero y maestro espiritual.1 Desde 1996 Tolle vive en Vancouver, British Columbia, Canadá.

Tolle afirma haber experimentado un despertar espiritual a los 29 años, después de padecer largos periodos de depresión, y estando a punto del suicidio. Tras la "iluminación", abandonó su tesis doctoral en la Universidad de Londres, y sin empleo durmió bastantes noches en los bancos de Hampstead Heath. Pasó varios años de "vagabundo" y sin trabajo, en un estado de profunda "paz interior", antes de convertirse en maestro espiritual; tras lo cual se mudó a los USA. Su ensayo El Poder del Ahora enfatiza la importancia de ser consciente del momento presente para no perderse en los pensamientos. En su opinión, el presente es la puerta de acceso a una elevada sensación de paz. Afirma que "Ser Ahora" conlleva una conciencia que está más allá de la mente, una conciencia que ayuda a trascender el "cuerpo del dolor" que es creado por la identificación con la mente y el ego. Su último libro Una Nueva Tierra, ahora explora la estructura del ego humano y cómo éste actúa para distraer a la gente de su experiencia presente en el mundo. También ha escrito "El Silencio habla" y "Practicando el poder del ahora".

Tolle no está alineado con ninguna religión o tradición en particular. Sin embargo, en el libro Diálogos con maestros espirituales emergentes, de John W. Parker, Tolle ha reconocido una fuerte conexión con Jiddu Krishnamurti y Ramana Maharshi y afirma que sus enseñanzas son una síntesis de las enseñanzas de estos dos maestros. Además, sostiene que escuchando y hablando con el maestro espiritual Barry Long comprendió las cosas más profundamente. Las influencias a las que se hace referencia en El Poder del Ahora son los escritos de Meister Eckhart, Advaita Vedanta, Un curso de milagros, el sufismo y la poesía de Rumi, así como la escuela Rinzai de Budismo Zen. El libro también interpreta frases de Jesús recogidas en la Biblia. Dentro de la comunidad espiritual e intelectual,  algunos consideran su obra, como una síntesis  de los grandes libros escritos por los grandes maestros espirituales.

martes, 13 de mayo de 2014

Película: Tenemos el poder de modelar nuestra vida.


Esta es la película-documental “Tú puedes sanar tu vida”, de Louise L Hay. Me gustan especialmente las primeras escenas en las que podemos escuchar los “diálogos internos” de diferentes personas. Y surge de manera inespeerada la oportunidad del cambio con la toma de conciencia de la vida que vivimos y de que ese cambio es posible.  Si no tienes tiempo de verla entera al menos observa atentamente eses 3 ó 4 primeros minutos.




sábado, 10 de mayo de 2014

Thich Nhat Hanh, Maestro Zen, poeta, activista por la paz.


Maestro Zen, poeta, activista por la paz, escritor de más de 100 libros, nominado para el Premio Nobel de la Paz… Una vida extraordinaria.



El maestro budista Zen Thich Nhat Hanh, líder de una rama del budismo que predica la vía de la 'plena conciencia' como base para conseguir la felicidad, visitará por primera vez España para difundir sus enseñanzas a través de retiros, charlas públicas o marchas multitudinarias.
   El programa, que ha sido presentado este viernes por dos de los monjes de la congregación, incluye, entre el 27 de abril y el 10 de mayo de 2014, la organización de un retiro en El Escorial (Madrid) de cuatro días, al que podrán asistir familias con niños hasta un máximo de 700 personas.
   También, en Barcelona, se celebrarán unas jornadas de 'mindfulness' en la educación para enseñar a educadores de colegios y universidades las ventajas de esta practica que permite "integrar la meditación en cada acto cotidiano del día a día". El objetivo de esta técnica es conseguir reducir el estrés o la angustia y alcanzar "mayor bienestar", según ha explicado el exmonje Miguel, cuyo nombre vietnamita, que le ha acompañado durante sus 15 años como 'hermano', es 'Phap Son' (hijo de Francia, en español).

Thich Nhat Hanh, también conocido como “Thay” (“maestro” en vietnamita), nació en el Vietnam central en 1926 con el nombre de Nguyen Xuan Bao. A la edad de 16 años ingresó en el monasterio zen de Tu-Hieu, cerca de Hue, donde su principal maestro fue Chan Thanh Quy Tiet.
Se sometió a una sólida formación de la escuela Zen y del budismo Mahayana recibiendo la ordenación completa en 1949.
Thay ha combinado su conocimiento profundo de una variedad de métodos tradicionales de enseñanza con los métodos e ideas de la psicología occidental para formar su acercamiento a la práctica del zen moderno, y por ello se ha convertido en una influencia muy importante en el desarrollo del budismo para occidentales.
Poeta, activista por la paz y los derechos humanos, ha tenido una vida extraordinaria. La guerra de Vietnam enfrentó a los monasterios a la difícil cuestión de decidir si llevar una vida contemplativa y dedicarse sólo a la meditación en los monasterios o ayudar a sus conciudadanos que sufrían bajo los ataques de las bombas y la devastación de la guerra. Thay fue uno de los que decidió hacer ambas cosas, ayudando a fundar el movimiento del “Budismo comprometido”.
Ha dedicado su vida, desde entonces, al trabajo de la transformación personal para el beneficio de los individuos y la sociedad. En 1966, en Saigón, fundó la Escuela para el Servicio de Ayuda Social, una organización de ayuda para la reconstrucción de los pueblos y aldeas bombardeadas, la construcción de escuelas y centros médicos, el realojamiento de familias, y la organización de cooperativas agrícolas.
Con la ayuda de más de 10.000 estudiantes voluntarios, la SYSS basó su trabajo en los principios budistas de no violencia y acción compasiva. A pesar de la oposición del gobierno vietnamita, también fundó una Universidad Budista, una editorial y una influyente revista de activismo por la paz en Vietnam.
Tras visitar los Estados Unidos en 1966 en misión de paz, se le prohibió su vuelta a Vietnam. En sus viajes siguientes a los Estados Unidos, tuvo entrevistas con oficiales federales y del Pentágono, como Robert McNamara, a los que presentó argumentos para detener la guerra y pedir la paz.
Puede que Thay haya ayudado a cambiar el curso de la historia de los Estados Unidos, cuando pidió a Martin Luther King que se opusiera a la guerra de Vietnam públicamente, ayudando, de esta manera, al movimiento por la paz. Al año siguiente, King nominó a Thich Nhat Hanh para el Premio Nobel de la Paz. Más tarde, Thay encabezó la delegación budista en la Cumbre por la Paz en París.
En 1982 fundó Plum Village, una comunidad Budista en el exilio, en Francia, donde continúa su trabajo de ayuda a los refugiados, los llamados “boat people”, “gente de los barcos”, prisioneros políticos, y familias pobres de Vietnam y de todo el mundo. También ha recibido un merecido reconocimiento por su trabajo con los Veteranos de Vietnam, por sus retiros de meditación y su prolífica obra literaria sobre meditación, plena consciencia y paz.
En septiembre del 2001, justo pocos días después de los ataques al World Trade Center, dio un memorable discurso sobre la no violencia y el perdón en la Iglesia Riverside de Nueva York. En septiembre del 2003 pronunció un discurso a miembros del Congreso de los Estados Unidos, en un retiro de dos días. En la actualidad continúa viviendo en Plum Village, en la comunidad de meditación que él fundó, donde enseña, escribe y trabaja en sus jardines; dirige retiros por todo el mundo sobre el “arte de la vida consciente”.
Listado de sus libros en español .

viernes, 9 de mayo de 2014

Lo que vemos en los demás nos dice mucho de nosotros mismos.


 El exterior actúa como un espejo para nuestra mente, en él vemos reflejadas diferentes cualidades o aspectos de nuestro propio ser. Cuando observamos algo que no nos gusta de alguien y sentimos desagrado y rechazo, sin duda esto indica que de alguna manera ese aspecto que nos desagrada existe en nuestro interior. Es nuestra inconsciencia, ayudada por la proyección psicológica, lo que nos hace pensar que el defecto sólo existe “ahí fuera”, en esa otra persona.
La proyección psicológica es un mecanismo de defensa mental mediante el cual una persona atribuye a otros, sentimientos, pensamientos o impulsos propios que niega o le resultan inaceptables para sí. Este mecanismo se pone en marcha en situaciones de conflicto emocional o cuando nos sentimos amenazados interna o externamente.
Cuando nuestra mente entiende que existe una amenaza para la propia salud y estabilidad mentales, ésta realiza un lanzamiento hacia el exterior de todas esas cualidades, atribuyéndoselas a un objeto o sujeto externo a nosotros mismos. De esta manera, nuestra mente logra aparentemente (aunque no en realidad, ya que más bien se trata de un autoengaño) poner estos contenidos amenazantes afuera. Estas proyeccciones son válidas tanto para características negativas (odio, rencor, tirria,…) como para positivas (admiración, idealización, cariño,…) . El mundo interno tiende a teñir el mundo externo con sus propias características. Este tipo de mecanismo psicológico tiene un papel especialmente interesante en el amor, cuando solemos atribuir a la persona amada determinadas características que sólo existen en nuestra personalidad.
A modo de ejemplo, se puede decir que cuando piensas en otra persona, te caiga bien o te caiga mal, experimentas una sensación interior sólo por el hecho de pensar en esa persona. Esto significa que estás experimentando un sentimiento incluso en su ausencia. Lo que importa en cualquier relación es lo que sucede en tu mente, pues es ahí donde existen las relaciones. Recuerda que una relación es algo que no existe físicamente. Se trata de algo creado por las mentes. La relaciones no existen, sino que existen las personas que se relacionan. Por todo esto, resulta muy poco útil trabajar sobre las relaciones en sí, y mucho más efectivo centrarse en la manera que uno tiene de relacionarse.
A menudo pensamos que “conocemos” a otras personas cuando en verdad lo que estamos haciendo es proyectar sobre ellas nuestra propia realidad. Incluso cuando estamos en presencia de dichas personas, la proyección nos parece más veraz, cuando simplemente lo que está pasando es que superponemos nuestra visión proyectada de la persona sobre su imagen física captada por nuestros sentidos.
Lo importante es DARSE CUENTA de que aquello que proyectamos en los demás es, verdaderamente algo que habla (más de lo que queremos admitir) sobre nosotros mismos. Observar dice más sobre el observador que sobre lo que se observa. Darnos cuenta de esto, ponerle consciencia a este mecanismo mental nos permite recuperar el control sobre lo que está sucediendo para poder hacernos cargo y trabajar aquellos aspectos de nosotros de los que no deseamos hacernos responsables, aspectos que no admitimos como propios y que están jugando en nuestra contra.
Gran parte del trabajo que se realiza en el desarrollo personal consiste en librarse de estas proyecciones estableciendo una FRONTERA DEFINIDA entre la descripción que hacemos de lo que sucede y lo que sucede realmente.
Y es que casi constantemente INTERPRETAMOS todo lo que está teniendo lugar y lo tomamos por cierto, creyéndolo y creando NUESTRA PROPIA interpretación de las cosas y viviendo de acuerdo a ella, DISTORSIONANDO de esta manera los hechos e involucrando a otras personas en nuestro ensueño, creando un conflicto que en realidad sólo existe en nuestro interior. La meditación ayuda a trazar esta frontera.
  • “Todo lo que te molesta de otros seres es solo una proyección de lo que no has resuelto de ti mismo.” BUDA.
  • “No vemos a los demás como son, sino como somos nosotros.” IMMANUEL KANT.
  • “Muy a menudo, lo que encontramos difícil en los demás es precisamente aquello que no hemos resuelto dentro de nosotros mismos. Si lo hubiéramos resuelto inicialmente, nunca se hubiese convertido en un problema crónico.” ROBERT DILTS.     (Fuente: habilidademocional.com)

Las empresas mejoran el clima laboral mediante la enseñanza de monjes y coach.

Lobsang Namgyel, antiguo hombre de negocios australiano, es hoy monje.
Un monje budista y un coach trabajando juntos para adiestrar a hombres de negocios y altos directivos. Técnicas de meditación y control mental para mejorar la productividad. La felicidad del obrero como alternativa a los despidos y a la precariedad laboral. Lo que hasta hace poco parecía ciencia ficción, se va instalando con fuerza en las organizaciones. “Está demostrado: las empresas que tienen un buen clima laboral y una motivación positiva de sus empleados son un 40% más productivas”, asegura Pascual Olmos, quien durante los últimos nueve años ha sido director comercial de Repsol. Olmos —que acaba de jubilarse— da otro dato: “Según un estudio de la revista Fortune, las empresas que poseen al personal más motivado tienen un valor en Bolsa un 50% superior a las otras”.
Con 17 años de trabajo en Ford y 20 en Repsol, donde tenía 11.000 empleados a su cargo, este exdirectivo es uno de los 250 alumnos que en los últimos años han pasado por Mind Workshop, los talleres ofrecidos por el monje budista Lobsang Namgyel y el coach Fernando Iglesias, con el propósito de “transformar la mente y desarrollar la sabiduría” de quienes tienen poder y pueden influir más en el mundo empresarial y en la sociedad.
“Cuando la mente no está en calma, como por ejemplo cuando está condicionada por una emoción destructiva, solemos tomar decisiones de las que nos arrepentimos. Es muy difícil estar enfadado con alguien y tener una mente clara para actuar de forma beneficiosa para el conjunto”, asegura Iglesias, uno de los fundadores de Evocalia, empresa que da asesoramiento a firmas como Hewelt-Packard, Eroski, Gallina Blanca o Repsol.


“Me preguntaba qué hace que esta gente esté tan contenta con tan poco, y cómo es posible que no guarden rencor cuando los agreden o incluso torturan”, recuerda.Cuenta Iglesias que en su labor decoach de hombres de negocios y directivos, se dio cuenta de que muchos altos cargos estaban insatisfechos pese a su posición de poder y que en múltiples ocasiones esa energía negativa se trasmitía al colectivo bajo su mando, perjudicando los resultados. Interesado en el budismo tibetano desde hacía tiempo, y buscando en qué fuente beber para mejorar su trabajo, Iglesias viajó en 2006 al monasterio de Kopa, en Katmandú, y asistió a un curso para extranjeros.



La primera experiencia se realizó en 2008 en la ciudad de Toulouse y consistió en un retiro de una semana para ocho directivos de empresas pequeñas y grandes. Las enseñanzas de Lobsang Namgyel se combinaron con sesiones de meditación y silencio, así como con actividades puras decoaching dirigidas por Iglesias. “El éxito fue absoluto”, recuerda Iglesias. “La mayoría repitió después y muchos han enviado a los equipos a su cargo a talleres posteriores”.La persona que dirigió su retiro en el monasterio de Kopa fue el venerable Lobsang Namgyel, un antiguo hombre de negocios australiano que se convirtió al budismo después de un grave accidente —lleva ya 30 años de monje en la India— y hoy es un reputado maestro a cargo del Root Institute in Bodh Gaya. Durante el curso hubo afinidad entre ambos, y posteriormente Iglesias le propuso a su maestro ofrecer talleres de iniciación para altos ejecutivos, convencido de que “transformando la mente de aquellos que tienen más poder, se pueden influir más en el mundo para que sea sostenible y mejor”.

“Una mente sabia es una mente altruista y esta empieza por el desarrollo de la generosidad”, afirma Rosa Cruz, asistente a aquel primer curso de Toulouse y quien desde entonces no se ha perdido uno. Cruz trabaja en el sector de venta de infraestructura de telecomunicaciones —hasta hace poco como responsable de distribución para el Sur de Europa de la multinacional Juniper, y ahora para Cisco—, y explica que durante el taller se aprende “a manejar mejor la presión y el estrés”, y al sentirse uno satisfecho en lo individual, mejora el clima laboral y también la productividad.
Cuando hablamos de mente altruista no hablamos de no esperar nada para uno mismo. “Se trata, más bien, del egoísmo inteligente en contraposición al egoísmo idiota, según los términos acuñados por el Dalai lama”, dice Fernando Iglesias. “Es normal que uno quiera que le vaya bien, y sentirse satisfecho, pero es inteligente no olvidar y entender que gran parte de ese deseado bienestar proviene, por el principio de la interdependencia, de los demás; del conjunto”, continúa. Egoísmo idiota sería ver las situaciones de forma estrecha y cortoplacista, buscando el interés propio sin tener en cuenta el sistema.
Olmos está de acuerdo. Considera que en el proceso de autoconocimiento que se experimenta con la práctica budista uno aprende “a tener paciencia y a mirar a largo plazo, a repensar las prioridades, a reorientar las motivaciones, y esto es beneficioso en lo individual, pero también para la empresa”. La mejora del clima laboral hace que los resultados sean mejores, asegura Olmos, y da datos objetivos referidos a Repsol. “En 2006 pedimos que se calificara el clima laboral de 1 a 100, y los trabajadores lo evaluaron en 47. En 2008 la calificación se elevó a 57 y en 2011 llegó a 72. Y la productividad mejoró sensiblemente”.

El ‘lifting’ de Rosa Cruz

En 2008 Rosa Cruz trabajaba como responsable de distribución para el Sur de Europa de la multinacional Juniper (con 8.000 empleados en el mundo y 9.000 millones de euros de facturación) y tenía un estrés que se subía por las paredes. “En el trabajo estaba todo el día alterada y gritando, siempre estaba afónica”, recuerda. Rosa había tenido a Fernando Iglesias como coachy se había entendido bien con él, por eso cuando le habló de un experimento en Toulouse con un monje budista, se animó a probarlo.
Rosa había practicado alguna vez yoga y poco más, pero el retiro con el venerable Lobsang Namgyel, sus enseñanzas y la práctica de la meditación le “abrió los ojos”. “El mismo día que regresé al trabajo tenía un consejo de dirección, y mi jefa me dijo: “te veo más joven ¿te has hecho un lifting?”. Le respondí que no, que había hecho algo mejor”. Cruz asegura que aquella experiencia marcó “un antes y un después” en su vida y en su trabajo. “Ya no grito, todo lo resuelvo de otro modo. La gente en mi nueva empresa me dice que no me imaginan alterada y hablando en voz alta…”.
Desde 2008 Cruz ha asistido a todos los Mind Workshop organizados por Iglesias. Este año se realizarán en El Escorial en el mes de mayo —ahora duran tres días y medio— y Rosa ya está inscrita. Por ellos han pasado cerca de 250 alumnos, muchos altos directivos de empresas como Bodegas Torres o Repsol.
Pascual Olmos mandó a todo su equipo directivo cuando era director comercial de Repsol, y en 2012 publicó junto a Alex Rovira el libro La vida que mereces, que propone una alternativa al sistema actual basado en la búsqueda de un sendero que armonice lo material con lo espiritual, la productividad con la satisfacción personal, la rentabilidad con una economía que cuide el planeta.
Fuente:
http://economia.elpais.com/economia/2014/04/04/actualidad/1396639638_090417.html

viernes, 2 de mayo de 2014

Convertir la limpieza domestica en una herramienta de crecimiento personal.

 “Qué te parecería hacer la limpieza de casa como la hacen los monjes budistas? No es difícil, al contrario, es muy divertido. Si quieres purificar tu alma sin moverte de casa, puedes hacerlo transformando las tareas del hogar en un ejercicio espiritual”, señala el monje budista japonés Keisuke Matsumoto.

“La jornada de un monje comienza con la limpieza. Se barre el interior del templo, el jardín, y se friega el suelo de la sala principal. No limpiamos porque esté sucio o desordenado sino para librar al espíritu de cualquier sombra que lo nuble”, según el religioso, autor del “Manual de limpieza de un monje budista”.

“¿No se cuenta acaso que uno de los discípulos de Buda encontró el nirvana o liberación del sufrimiento, mientras estaba barriendo?”, recuerda este monje del templo Komyoji (www.koumyouji.com) de Tokio.

Para aplicar y aprovechar los consejos prácticas y las reflexiones filosóficas y espirituales de Matsumoto, no hace falta llegar a tanto. Tampoco es necesario ser oriental, ni budista, ni retirarse a un monasterio zen, sino estar predispuesto a redescubrir la vida con una nueva mirada y efectuar, bajo una actitud diferente, una de las tareas humanas más universales: la higiene doméstica.

De hecho el propio Matsumoto, licenciado en Filosofía por la Universidad de Tokio y con un máster en administración de negocios, introdujo la mentalidad empresarial en el universo budista al sostener que “la gestión de un templo es análoga a la de una empresa. La única diferencia es que el objetivo no es la ganancia, sino la felicidad de sus fieles”. El monje también lleva el blog del templo y su página de Facebook recibe miles de visitas.
“Si limpiamos y ordenamos nuestra casa nosotros mismos, nuestra mente se concentra en el presente, y en vivir el ‘aquí ahora’, una de las llaves de la felicidad y éxito en la vida y el trabajo”, explica a Efe, el japonés Keisuke Matsumoto.
Para el monje nuestro ambiente refleja nuestra mente y, donde existe desorden, no hay serenidad. “Si una persona puede llegar a ser verdaderamente feliz, incluso en un entorno desordenado, entonces debe ser Buda, es decir ‘un despierto’”, bromea.
Para la limpieza doméstica, según Matsumoto, no hace falta volver al siglo anterior, y “puesto que vivimos en el siglo XXI, podemos utilizar una aspiradora, no obstante, cualquiera que sea la herramienta o método que elijamos, lo que importa es mantener la actitud de  no postergar lo que debería hacerse hoy”, explicó.

CON LA ESCOBA, ATENTOS AL ‘AQUI Y AHORA’

“En esta sociedad moderna, el progreso conduce al mundo industrializado que, a su vez, nos impulsa a dejar de lado las tareas manuales. No niego el progreso en sí mismo, que también tiene sus beneficios, pero en medio del progreso tenemos que ser conscientes de nuestro estado mental”, añade.
Según este monje,  “los seres humanos tienden orgánicamente a pensar y actuar con la mente centrada en sí mismos, pero esa mente egoísta no les hace felices. Por otra parte, muchas personas están fuertemente conectadas con el mundo materialista y eso les distrae de pensar en lo que es más importante para ellos, y se olvidan de hacerlo”.
“En ese sentido, efectuar la limpieza de la casa, o del templo en el caso de los monjes budistas,  es una práctica diaria que ayuda a cultivar la mente,  e incluso algo tan monótono como barrer el jardín con una escoba, logra revitalizarnos”, según Matsumoto.
¿Cómo podemos motivarnos cuando no nos gusta la limpieza de la casa o nos da pereza realizar las tareas domésticas?, le preguntamos al monje.

“Supongamos que usted es una persona muy ocupada pero, ¿se ocupa de lo que es realmente importante en su vida? No se convierta en un esclavo de la eficiencia. Observe su entorno más cercano en lugar del futuro o el pasado”, señala Matsumoto, para quien todo lo necesario para ser feliz “ya está aquí”.

“Supongamos que no nos gusta el trabajo de la casa y pagamos a otras personas para limpiarla. Esto no está necesariamente mal. Hagamos lo que hagamos, será bueno, siempre y cuando vivamos en el momento presente”, añade.

En todo caso, según Matsumoto hay que tener presente que el ambiente de la casa es uno de los factores fundamentales que afectan directamente al estado de ánimo y hay que reflexionar si, mientras otra persona contratada limpia nuestro hogar, nos dedicamos a hacer algo más valioso que la limpieza doméstica o si mantenemos nuestra mente en calma, sin divagar hacia los problemas cotidianos.

“En el budismo, no existe una división entre uno mismo y los demás. Consideramos que todas las cosas y seres son interdependientes unos de otros”, destaca Matsumoto.
“Así, el ambiente que nos rodea está conectado con nosotros y refleja nuestra mente: cuando ese entorno es desordenado, nuestra mente también. Si mantenemos hermosa nuestra casa, nuestra mente estará muy clara y tranquila”, añade.
“Darse cuenta de que todo es interdependiente, es la lección espiritual primordial que puede extraerse de la realización de la limpieza doméstica”, explica a Efe.

DECÁLOGO DE LA LIMPIEZA CONSCIENTE

No hay que dedicar mucho tiempo, ni hacer grandes esfuerzos para limpiar y ordenar, pero hay que cultivar el hábito de hacerlo cada día, señala Keisuke Matsumoto, quien brinda un decálogo de recomendaciones y claves para encontrar la armonía y la serenidad, realizando las tareas domésticas de forma atenta, y eliminando las impurezas que nublan nuestra alma:

1.- Quienes no cuidan los objetos, tampoco cuidan de las personas. Cualquier objeto ha sido creado con esfuerzo y dedicación. Cuando limpiemos o pongamos orden, debemos tratar las cosas con cuidado.

2.-  Tengamos gratitud hacia las cosas que nos han sido útiles y, cuando realmente no las necesitemos, hagámoslas resplandecer con una nueva luz dándoselas a quien pueda hacer buen uso de ellas.

3.-  La limpieza debe hacerse a primera hora de la mañana. Si empezamos en silencio, rodeados por la calma, cuando la vegetación y las personas de alrededor aún duermen, nuestro corazón se sentirá en paz y nuestra mente despejada.

4.-  Por la noche, antes de irnos a dormir, debemos recoger, guardar y ordenar las cosas que hemos utilizado y desordenado durante el día, para dejarlas tal y como estaban, y facilitar la limpieza al día siguiente.

5.-  Puede que al principio nos cueste, pero si conseguimos limpiar por la mañana y ordenar por la noche, notaremos como nuestro espíritu y cuerpo se mantienen despejados a lo largo del día y podremos disfrutar de una espléndida jornada.

6.-  Antes de limpiar, hay que abrir las ventanas y ventilar para purificar el aire. Sentir en la piel la frescura del aire que entra, hace que uno se sienta más despierto y puro y, si llenamos con éste los pulmones, las ganas de limpiar surgen de forma natural.

7.-  El aire que entra es templado y agradable en primavera y otoño, bochornoso en verano y gélido en invierno, pero sentir su benevolencia y su dureza en nuestra piel nos pone en contacto con nuestra fragilidad humana, la Naturaleza y la fuerza de la vida.

8.-  Para respetar la vida, evitando que proliferen los insectos y tener que matarlos innecesariamente, debemos recoger después de las comidas, tirar la basura orgánica, evitar que se acumule el agua en sitios y recipientes y podar bien la vegetación.

9.-  En vez de arrepentirnos del pasado o preocuparnos por el futuro, debemos vivir plenamente el ahora y esforzarnos por no arrepentirnos mañana. Aplicado a purificar el espíritu mediante la limpieza sería: “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”.

10.-  Repartir y rotar la limpieza ente todos los miembros de la familia ayuda a valorar lo que los demás hacen por nosotros. Comprender que nuestras existencias dependen unas de otras nos ayuda a trabajar en equipo y a hacer las cosas pensando en los otros. 

Fuente:
 http://www.vanguardia.com.mx/limpiesucasapurifiquesumente-2008442.html

De hecho cualquier otra tarea puede convertirse en un acto de crecimiento de la consciencia; cocinar, ayudar con los deberes a nuestros hijos, ducharnos, planchar la ropa, comer.

MANUAL DE LIMPIEZA DE UN MONJE BUDISTA el libro escrito por

KEISUKE MATSUMOTO

Foto para:  MANUAL DE LIMPIEZA DE UN MONJE BUDISTA
BARRER EL POLVO Y LAS NUBES DEL ALMA
«La jornada de un monje comienza con la limpieza. Se barre el interior del templo, el jardín, y se friega el suelo de la sala principal. Pero nosotros no limpiamos porque esté sucio o desordenado sino para librar al espíritu de cualquier sombra que lo nuble.»
Con el Manual de limpieza de un monje budista Keisuke Matsumoto nos ofrece un texto que combina con gracia y ligereza exquisitamente zen, consejos prácticos y reflexiones filosóficas y espirituales.
«¿Qué te parecería hacer la limpieza de casa como la hacen los monjes budistas? No es difícil, al contrario, es muy divertido. Si quieres purificar tu alma sin moverte de casa, puedes hacerlo transformando las tareas del hogar en un ejercicio espiritual.»
Keisuke Matsumoto
«NO SOLO NOS PARECERÁ DIVERTIDO LIMPIAR Y BARRER SINO QUE TODO ADQUIRIRÁ UN SIGNIFICADO NUEVO.»

jueves, 1 de mayo de 2014

Cuento: El valor de lo cotidiano.

En algunas conversaciones sobre la eficacia de la meditación, siempre hay quien se manifiesta escéptico , por que la consideran una tarea demasiado simple; otros ven imposible hacer una autentica meditación sumergidos en la vida cotidiana actual llena de distracciones y tareas vanales; o creen que se precisan unos conocimientos e inteligencia especiales para trabajar en la búsqueda de la espiritualidad, de la iluminación. Este cuento puede dar respuesta  a alguno de esos pensamientos.


          
Cuentan que, en cierta ocasión, un joven simple pidió entrar como novicio en un templo
zen. El abad accedió, pero viendo su escasa capacidad para realizar incluso las tareas
mas fáciles, decidió encargarle que barriera bien el patio todos los días. Así
pasaron las semanas, los meses y los años, y el joven simple se afanó en barrer
minuciosamente el patio durante todos los días de su vida.

           Lloviera, nevara, hiciera calor o viento, estuviera enfermo o cansado, el joven simple no
dejó jamás de barrer cuidadosamente el patio con su vieja escoba.
Nunca antes se había visto el patio más limpio. Una mañana, el abad se fijó mas detenidamente  en «el
monje de la escoba» y percibió como si algo apenas visible, pero muy especial, emanara de él, algo que provocaba respeto y reconocimiento, algo en lo que antes no había reparado, acostumbrado como
estaba a verlo un día tras otro, casi formando ya parte del paisaje del patio. El semblante de su rostro emanaba verdadera paz interior, verdadera sabiduría.   Llegó ante él,
lo invitó a dejar la escoba un momento, y le propuso algunas preguntas de hondo
contenido espiritual. Minutos después, el abad unió las manos sobre su pecho y se
inclinó ante el monje simple con una profunda reverencia: había descubierto a un auténtico
iluminado.

          -¿Cómo has alcanzado este estado? -le preguntó el abad-. Tú no has recibido enseñanza
de los maestros del templo y ni siquiera has leído las escrituras, tampoco has meditado
durante horas junto a los demás monjes, únicamente te has dedicado a barrer el patio
todos los días, mañana y tarde.

            -Dices bien querido abad -contestó el monje-, Mi mejor maestro ha sido la escoba,
que me mostró el valor del silencio, de la humildad y del servicio; mis escrituras han
sido el polvo seco del verano, las hojas del otoño, las lluvias de primavera y la nieve del
invierno; y mi meditación ha estado siempre presente en la intención de barrer lo mejor
que he sabido y he podido, viviendo ese momento siempre en el mas absoluto aquí y ahora.
Oídas aquellas palabras, el abad humíldemente se retiró en silencio y el monje continuó barriendo con
su escoba.